Quisiera verlos a todos, porque sé quiénes son. Son ellos, los fans. Los que tienen un corazón tan grande que se vuelven inconfundibles. Caminan orgullosos y se les nota una cierta deferencia; y tan es así, que de solo mirarlos, podríamos clasificarlos en una categoría de fanáticos, justamente de fanáticos, que irremediablemente los haría distintos a los demás asitentes.
Sé que muchos ya han llegado a CD.MX, otros, mañana empezarán el viaje, unos más faltarán al trabajo, pero puntualmente, en unas horas, todos estarán ahí: En la Arena México.
Es increíble saber que recorren grandes distancias y vienen de Perú, de Costa Rica, de Estados Unidos sólo para ver a la Reina de Corazones. Y los mexicanos, los que tuvieron la suerte de estar aquí, los que nunca faltan, los que viajan de Guadalajara, de Mérida, de Reynosa, de Puebla, de San Luis, de Monterrey y de un montón de lugares más. Y por supuesto los de la Ciudad de México.
Mañana es la cita y sé que he de verlos a todos, a todos los que, por más conflictos que a veces existan, se unirán en una sola voz y un mismo corazón. Y aunque así no lo quieran, aunque así no lo hayan imaginado o decido, su mirada y su emoción sólo tendrá un solo objetivo: La Guzmán.
¡Que se prepare la Arena, qué se oiga un solo grito, que se sienta un único latido, que los fans estamos por llegar!
¡Vamos Alejandra, que hoy todos somos ¨orgullosamente¨ Guzmán!